Es el caso de Yesica Delgado y su familia, conformada por su esposo y una hija de seis años, que ante la imposibilidad de seguir pagando un alquiler, decidieron invertir en un pequeño terreno en el barrio 13 de Julio, de Candelaria, y armaron su casa con los materiales que pudieron conseguir, y su pequeña fábrica de baldosas.
Con el transcurrir del tiempo constataron que en cada lluvia intensa, el arroyo Malvinas se desborda e inunda casi todo el terreno.
Ante la falta de respuestas del municipio, a través de las redes sociales contactaron al diputado Martín Sereno (Tierra, Techo y Trabajo) para solicitarles chapas para la vivienda precaria, porque el techo estaba cubierto con una lona de plástico.
«Tomamos nota del pedido de esta familia, hicimos gestiones, y con nuestra referente del Movimiento Evita de Candelaria, Liliana Benítez, les acercamos las chapas. El ejemplo de Yesica muestra la grave situación que vive nuestro pueblo, que a pesar de tener varios trabajos, no les alcanza para una vivienda digna
-porque como nos comentó-, a veces tiene que elegir entre comprar un listón de madera o comer», relató el diputado.
El compañero de la joven, además de fabricar baldosones, realiza trabajos de albañilería, carpintería y jardinería. Se las rebuscan juntos, y además, cuando pueden, compran al por mayor insumos de líquidos de limpieza, fraccionan y los venden a domicilio.
«Esta familia, como tantas en nuestra provincia, tiene una enorme voluntad de trabajo y creatividad a disposición de su subsistencia; pero no les alcanza. Es difícil entender que su situación no sea atendida por el Estado municipal ni provincial», cuestionó Sereno.
Sostuvo que «carecen de respuestas» para mejorar su vivienda y emprendimientos, incluso el más tecnificado como la fabricación de baldosas donde aprendieron un oficio, disponen de una hormigonera, mezcladora, más 150 moldes, y una posibilidad de desarrollo importante; «pero no reciben ayuda de las autoridades municipales que pregonan que apuestan al trabajo», cuestionó Sereno.
Donación de chapas y coordinación de trabajos
El legislador lamentó que la pareja, al no tener en su casa un espacio acorde y disponible para trabajar cómodamente, no pueda aprovechar al máximo su capacidad laboral.
«Nosotros apenas colaboramos con chapas y unas maderas para que no llueva dentro de la casa, y puedan apuntalarla; pero para construir un cerramiento del galpón y producir en buenas condiciones falta mucho. Ahora, a través de nuestro espacio político y del Movimiento Evita estamos viendo la posibilidad de iniciar un proceso de trabajo cooperativo en conjunto con una unidad productiva de Candelaria, que fabrica bloques, y tratar de articular para arreglar el lugar, aumentar la capacidad, sumar a otra gente que no tiene trabajo y le interese esta actividad, y de esa manera se podrá ofrecer más variedad y volumen de fabricación».
Sereno manifestó que desde su espacio Tierra, Techo y Trabajo siguen impulsando generar fuentes de trabajo y mejorar los ingresos para que las familias puedan vivir dignamente.
«No es sólo el caso de Yesica, todo el barrio 13 de Julio tiene problemas por el desborde del arroyo Malvinas, y los reclamos
-como nos refieren los vecinos- son desoídos por quienes deben ejercer un rol ejecutivo, resolver las cuestiones de hábitat y fomentar el trabajo de las familias. Estamos viviendo una situación económica muy preocupante en el país y en la provincia, que afecta especialmente a los sectores más desprotegidos, aunque también ya alcanza a la clase media, y desde la política debemos generar respuestas concretas», expresó el diputado de TTT.
«Pedimos ayuda al Municipio y no tuvimos respuestas»
Hace seis años que Yesica Delgado y su compañero sostienen el emprendimiento dentro de la economía popular fabricando baldosas; pero -contó- se les hace difícil, porque no tiene un espacio seguro y acorde para ese trabajo, y cuando llueve se les vuelve imposible.
Antes de vivir en el barrio de Candelaria, alquilaban; pero no les permitían tener la unidad productiva en la vivienda; hasta que pudieron adquirir el terreno con la ayuda de la venta de un auto.
Poco a poco compraron las maderas y armaron su hogar. «Nunca nos quedamos quietos. Yo aprendí de mi mamá que cuando hay hijos, tenemos que luchar por ellos. Mi marido siempre busca qué hacer, poda árboles o corta el pasto en las casas, y cuando no estamos fabricando baldosas, cargamos en un cajón los productos de limpieza y salimos a recorrer los barrios, y hay días que hacemos buenas ventas. También abastecemos a personas mayores y les llevamos los artículos a domicilio», subrayó.
Hizo hincapié en la necesidad de contar con un galpón techado y cerrado para que cada pieza de baldosa quede protegida. «Estamos trabajando prácticamente al aire libre, sin paredes y el techo está cubierto con hules, y cuando hace mucho calor o llueve, no hay forma de fabricar nada. Los baldosones requieren un secado de 24 horas, y no tenemos lugar suficiente. Le pedimos ayuda al intendente Carlos Flores (FR); pero fue inútil, y aun cuando en campaña hablaba de ayudar con trabajo, no tuvo en cuenta nuestra fábrica, y no nos dio la oportunidad de mejorar», lamentó la joven.
«Igual tratamos de salir adelante, agradecemos las chapas que recibimos, es muy importante porque cuando llueve es muy difícil estar en este lugar y se nos mojan los muebles de la casa. Ahora necesitamos conseguir maderas y otras chapas para proteger el lugar de trabajo y sacar los pedidos atrasados que tenemos», aseguró Yesica.
Trabajo en conjunto para ampliar la producción
La referente del Movimiento Evita en Candelaria, que estuvo en la casa de Yesica con el diputado Sereno, tratando de buscar una solución ante tantas necesidades.
Ella coordina en el barrio Paso Viejo una bloquera dentro de la economía popular, y al interiorizarse sobre las condiciones de trabajo de esta familia, la dificultad de no tener un espacio acorde para multiplicar la producción, decidieron trabajar en conjunto con su unidad productiva de fabricar bloques de cemento y la de Yesica.
«Como siempre, seguimos caminando los barrios, organizando, gestionando y tratando de colaborar y resolver los reclamos de nuestro pueblo. En esta oportunidad, vemos la preocupación de esta vecina, porque aunque con su familia armaron su propio trabajo fabricando baldosas, y la venta de artículos de limpieza, se les dificulta no tener un espacio acorde para esa tarea. Por eso evaluamos la posibilidad de trabajar juntas en una cooperativa para ampliar la producción y generar otra fuente de trabajo», afirmó Liliana.