Por su crecimiento poblacional, la infraestructura, seguridad, garantía energética y la educación, la tierra colorada es uno de los puntos buscados por capitales privados. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la provincia ha mostrado un crecimiento notorio en varios rubros liderando al NEA y por encima de la media nacional.
Con los cambios paradigmáticos de los últimos años en materia de educación, salud sumados a la ciencia y tecnología, Misiones comenzó a crecer por encima de la media nacional, siendo de las principales economías del país. Según los datos aportados por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), los ojos de los inversores internacionales se posicionaron en la provincia por trece razones.
La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales creadas por Naciones Unidas para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo.
De acuerdo a la información recabada, Misiones presentó un crecimiento económico medido por el valor agregado bruto (VAB), del 12,5%, en el período 2011-2021, representando en promedio el 35,7% del total de la región del NEA, siendo la provincia con mayor peso económico de la región (le sigue Formosa 26,7%; Chaco 20,9%; Corrientes 16,7%) y mantuvo una tasa de crecimiento promedio anual del 1,2%. Las demás provincias del NEA (Formosa, Chaco y Corrientes) mostraron un crecimiento promedio anual del 0,5%, -0,3% y 0,6% respectivamente. Argentina, en el mismo período 2011-2021, presentó una caída de su VAB del 3,4%, por lo que registró una tasa de caída promedio anual del 0,3%.
De acuerdo a los datos poblacionales del último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022, el valor agregado bruto per cápita de la provincia de Misiones se mantuvo constante en los últimos 10 años (puesto que el crecimiento poblacional promedio anual fue del 1,2%, al igual que el incremento promedio anual del valor agregado bruto), a diferencia del total país, que decreció un 13,0%, ya que crecimiento medio anual de la población entre 2011 y 2021 fue del 1,1% frente a la caída del -0,3% promedio anual del VAB total país. De las 24 jurisdicciones, solo Neuquén (+10,5%) y Santiago del Estero (+2,7%) mostraron crecimiento del VAB per cápita.
Misiones presenta en el período 2014-2022 un promedio de 92 puestos de empleo privado registrado por cada 1000 habitantes, siendo el último dato del tercer trimestre de 2022, de 96 empleados del sector privado formales por cada 1000 habitantes, el valor más alto del NEA; puesto que, en el caso de Corrientes, el indicador mencionado, denominado “densidad formal del empleo privado”, para el tercer trimestre de 2022, ascendía a 79; mientras que para Chaco, 76, y finalmente para Formosa, 57.
Conexión de excelencia
El sector de las comunicaciones en la provincia creció económicamente en el período 2011-2021, un 62,1% (según la CEPAL, y su estimación del VAB), es decir, a un ritmo de crecimiento promedio anual del 5,0%. El empleo privado registrado del sector de la información y las comunicaciones según el Ministerio de Trabajo de la Nación se incrementó en el período de septiembre 2014-septiembre 2022 un 29,3%, es decir, a una tasa del 3,3% promedio anual. Pero la rama de Servicios Informáticos, registró un crecimiento del 144,3%, es decir, a un ritmo de crecimiento promedio anual del 11,8%, esto significa 9,8 veces por encima del crecimiento general de la economía misionera.
Infraestructura, energía, salud y educación
Al momento de invertir, estos servicios son considerados fundamentales puesto que garantizan el desarrollo económico y social de una región, y su calidad y disponibilidad pueden tener un impacto significativo en la rentabilidad y la sostenibilidad de las inversiones. Una buena oferta energética es esencial para la producción y el funcionamiento de las empresas, así como para el bienestar de la población. Si una región tiene problemas de suministro de energía, esto puede afectar la capacidad de las empresas para operar y producir bienes y servicios, lo que a su vez puede tener un impacto negativo en la economía local. Por lo tanto, un inversor debe evaluar la calidad y la fiabilidad del suministro de energía en un lugar antes de decidir invertir allí. Según la CEPAL, en Misiones, la actividad de generación, captación y distribución de energía eléctrica se incrementó en el período 2011-2021 un 83,7%, es decir, a un ritmo promedio anual del 6,3%, cinco veces más que el crecimiento económico promedio anual general de la economía.
Cuando se compara con el crecimiento de la demanda eléctrica, en el mismo período, el crecimiento fue del 39,8%; es decir, un 3,4% de crecimiento promedio anual. Esto último significa que el incremento de la oferta eléctrica superó por más de 1,8 veces el aumento de la demanda eléctrica.
Una población sana y bien educada es más productiva y contribuye al crecimiento económico. Además, la calidad de los servicios de salud y educación en un lugar determinado atraen a trabajadores calificados y talentosos, lo que resulta beneficioso para las empresas que buscan invertir en la región. De acuerdo a lo reflejado en los informes de CEPAL, en el período 2011-2021, la salud pública en Misiones mostró un crecimiento económico del 186,6%, es decir, un incremento promedio anual del 11,1%.
Esto significa que el aumento en el VAB a precios constantes se debe a un mayor gasto público en programas de salud preventiva y promoción de la salud, una mayor demanda de servicios de salud por parte de la población y un aumento en la inversión en investigación y desarrollo en el campo de la salud pública, entre otros factores. En general, un aumento en el VAB indica un mayor crecimiento económico y un mayor valor agregado generado por esa rama en la economía.
Con respecto a la educación, tanto la pública como la privada, también se registró un crecimiento económico. En el caso de la educación pública, para la CEPAL, en el período 2011-2021, Misiones creció un 36,6%, es decir, un 3,2% de tasa de incremento promedio anual (esto significa, 2,7 veces por encima del crecimiento económico general de la provincia). La educación privada también se incrementó en términos económicos aún mayores, en un 92,5% (un 6,8% de crecimiento medio anual). El aumento en el VAB a precios constantes se debe a una mayor inversión pública y privada en el sector, un aumento en la matrícula de estudiantes, una mejora en la calidad de la educación, una mayor demanda de capacitación y formación por parte de los trabajadores, entre otros factores.
Generación de empleo genuino
Al tercer trimestre de 2022, la provincia de Misiones, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), registró una tasa de actividad del 45,6%, una tasa de empleo del 44,1% y una tasa de desocupación del 3,3%. A partir de estos guarismos, Misiones presenta las tasas de actividad y empleo más altas del NEA. Además se encuentra entre las 8 provincias con mayor tasa de actividad y las 5 jurisdicciones con mayor tasa de empleo. También, entre las 6 con menor tasa de desempleo. En solo 1 año se crearon 50.695 puestos de trabajos, siendo el 36,9% de los mismos de empleo joven (hasta 29 años). En el total de ocupados (442.204 misioneros), el empleo joven participa en un 27,4%.
En el período 2011-2022, se crearon 118.332 puestos de trabajo, a un promedio anual de 10.757 puestos por año, siendo el comercio, la construcción, la enseñanza, el agro y la ganadería, la industria de la madera, la elaboración de productos alimenticios y bebidas, transporte, servicios de salud, hoteles y alojamiento, información, comunicación, y la administración pública, las principales actividades económicas que concentran el 68,1% del empleo total. Cabe destacar la rama particular, dentro de las actividades de información y comunicación, denominada “de actividades de programación y consultoría informática y otras actividades conexas” que se incrementó en dicho período un 63,7%, es decir, a un ritmo anual promedio de crecimiento del 5,1%.
Misiones presenta una tasa importante de ocupados con estudios secundarios, o universitarios (en curso y/o completo). En el año 2022, el 55,7% del total de los ocupados tenían al menos el secundario completo. Además, 1 de cada 5 ocupados presentaba estudios superiores (universitarios o terciarios). Esto refleja una mejora significativa, puesto que, en el año 2011, el 44,0% de los ocupados tenían al menos el secundario completo y solo 1 de cada 7 ocupados presentaban estudios superiores (universitarios o terciarios). Por otra parte, de acuerdo a la calificación ocupacional, en Misiones, 1 de cada 5 ocupados eran profesionales o técnicos, y en los últimos 10 años, esta situación se ha mantenido. Dentro de los desocupados, que al 2022, era del 3,3% de la Población Económicamente Activa (PEA), no existían profesionales; misma situación para el año 2011. Esto significa que no existen profesionales que se encuentren desocupados.
La capital provincial, presenta un crecimiento importante en la proporción de personas que perciben algún ingreso, ya sea por actividades laborales o por situaciones particulares como la condición de jubilados, viudos, discapacitados, en situación de pobreza, entre otros. A partir de la población total del aglomerado Posadas (incluye población ocupada con y sin ingresos, población sin ingresos y población con ingresos no laborales) se calculó un indicador de dependencia. Este indicador expresa cuántas personas subsisten por cada persona ocupada (razón entre la población con ingresos no laborales más la población sin ingresos y la población ocupada con ingresos). En el primer trimestre de 2022, el coeficiente de dependencia arrojó un valor de 0,87.
A modo de contextualizar históricamente este indicador, es necesario destacar que en el primer trimestre del año 2015 cada trabajador con salario financiaba a 1,64 personas sin trabajo o con acceso a ingresos no laborales, mientras que, en el primer trimestre de 2022, el valor descendió a 0,87 logrando el valor mínimo del período bajo análisis, con una caída del 34,0% respecto al mismo trimestre del año 2021 (1,32), y una caída del 46,7% respecto del 2015. El coeficiente de dependencia puede ser relevante para la decisión de invertir en Posadas, ya que este indicador proporciona información valiosa sobre la fuerza laboral y la economía en general.
El coeficiente de dependencia es un indicador que mide la relación entre la población dependiente y la población activa. Una disminución en el valor del coeficiente de dependencia indica que hay menos personas dependientes por cada trabajador con salario, lo que puede ser una señal positiva para los inversores, ya que esto indica una economía más fuerte y sostenible. En el caso de Posadas, el hecho de que el coeficiente de dependencia haya disminuido de manera constante desde 2015 es una señal positiva para los inversores.
Una disminución del 46,7% en el coeficiente de dependencia en un período de siete años es significativa e indica que la economía de Posadas se está fortaleciendo y que hay más trabajadores con salario disponibles para financiar a menos personas dependientes. Además, un coeficiente de dependencia más bajo también significa que hay más oportunidades de empleo en la ciudad, lo que resulta atractivo para los inversores que buscan una fuerza laboral calificada y disponible para sus empresas. En general, la disminución constante del coeficiente de dependencia en Posadas debe ser vista como una señal positiva para los inversores interesados en invertir en la ciudad y en su economía en general.
Una ciudad con un bajo nivel de desigualdad en la distribución del ingreso ofrece ventajas como estabilidad económica, un mercado potencial más amplio, menos conflictos sociales, y una mejor calidad de vida para sus residentes, lo que suele ser atractivo para un inversor que busque maximizar su inversión a largo plazo.
Tanto en el indicador de la brecha de ingresos como en Gini, hubo una mejora permanente en la distribución del ingreso en Misiones.
En el primer trimestre de 2022, el 50% de la población, poseía aproximadamente el 24,6% de los ingresos totales. En el total país, dicho guarismo para la mitad de la población era del 20,2% de los ingresos totales. Esto representa una mejora notable, al comparar con el año 2004, en el cual en Posadas el 50% de la población tenía sólo el 16% de los ingresos totales. También se visualiza en el indicador de GINI, que para el año 2004, para Posadas era del 0,517; mientras que para el 2022, fue del 0,3957; un mejoramiento del 23,6%.
Estos indicadores son una señal positiva para los inversores que buscan invertir en una provincia con una distribución más equitativa del ingreso, cuyos beneficios son una fuerza laboral más saludable y motivada, una disminución de los conflictos sociales y políticos, una mayor estabilidad económica y una menor probabilidad de interrupciones en la producción y la operación de las empresas.
Además, una mejora en la distribución del ingreso también significa una mayor capacidad de gasto de la población, lo que beneficia a las empresas que operan en la ciudad.
En el año 2016, en el aglomerado Posadas, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el 78,3% de los hogares disponían de acceso a internet; mientras que, en el año 2021, el porcentaje ascendía al 87,0%. Este aspecto es clave en la decisión de un inversor, ya que el acceso a internet es esencial en la era digital actual y su importancia ha sido enfatizada aún más con la pandemia de COVID-19, que ha incrementado la necesidad de trabajar, estudiar y hacer negocios en línea. Un mayor acceso a internet significa que la población está mejor equipada para participar en la economía digital, lo que puede atraer a más empresas de tecnología y otros sectores que dependen del acceso a internet.
Fuente: Canal 12