La inflación se aceleró fuerte por cuarto mes consecutivo en marzo pasado: alcanzó un altísimo 7,7%, lo que representa el nivel más elevado desde abril de 2002 (cuando el IPC trepó hasta el 10,4% en abril de ese año, tras la salida de la Convertibilidad), superando incluso la suba de 7,4% de julio de 2022, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El dato, además, se ubicó por encima de lo proyectado por consultoras privadas, que estimaban un 7% en promedio, según el REM del Banco Central (BCRA).
Así, el Índice de precios al consumidor acumuló en el primer trimestre del año un incremento de 21,7%, mientras que en los últimos 12 meses, alcanzó el 104,3%, el nivel más alto desde septiembre de 1991.
Por lejos, la división que presentó la mayor suba del mes fue Educación, con un salto del 29,1%, atribuido -como suele suceder en cada marzo- a las subas en todos los niveles educativos al inicio del ciclo lectivo (hubo un aumento autorizado a colegios privados, más el alza de útiles y libros escolares), aunque en esta oportunidad superó cualquier estimación esperada. De todos modos, vale aclarar que la variación interanual del rubro llegó a 96%, aún por debajo de la inflación en ese mismo lapso.
Le siguió Alimentos y bebidas no alcohólicas con una suba mensual de 9,4% (apenas menor que el 9,8% de febrero), influido por la inercia de los últimos meses, pero también por el efecto de la sequía y la gripe aviar. En ese sentido, la carne, que trepó más de 10%, tuvo un rol preponderante, pero los aumentos fuertes fueron generalizados en los componentes, incluyendo frutas y verduras (lechuga voló 58,5%) con alzas también superiores al 10% en promedio.
En la cartera económica calculan que la sequía y la gripe aviar le sumaron 1,5% a la inflación de marzo, por ello es que subieron con fuerza las frutas, verduras, la carne vacuna, el pollo y los huevos. Ante lo cual, si se le descontara la sequía y gripe aviar al índice de inflación, marzo hubiera marcado 6,2, según indicaron fuentes oficiales a Ámbito.
Este rubro explica más de un tercio de la suba mensual y acumula un incremento del 107% en 12 meses (por encima del promedio general.
Por su parte, Indumentaria también creció 9,4%, un movimiento que tiene mucho de estacional por el inicio de la temporada de invierno. Sin embargo, la variación de doce meses fue de 118,8%, sólo superada por la de restaurantes y hoteles.
Las Bebidas alcohólicas y el tabaco aumentaron 8,3%, el mayor ritmo desde septiembre de 2022.
Ya por debajo del promedio se ubicó, Vivienda y servicios básicos, con un 6,5%, afectada por las subas de agua y gas fundamentalmente. En tanto, Salud aumentó 5,7%, como resultado del ajuste en prepagas y el alza de los medicamentos. Transporte, en tanto, aceleró la suba por la indexación de los precios de colectivos, combinados con el incremento del valor de los autos y el alza de los combustibles.
Varios factores jugaron en la construcción del 7,7%. Para Rocio Bisang, economista de Eco Go, en primer lugar «hubo subas estacionales típicas de esta época del año en sectores como indumentaria y educación». El segundo elemento que destacó es que el aumento en regulados «fue brutal en marzo (8,3%), en un contexto donde el Gobierno no puede permitirse continuar usando los precios regulados como ancla por la necesidad de bajar el gasto, lo que lleva a una administración de subas a cuentagotas que echa leña al fuego y contribuye a la aceleración de la inflación».
Un tercer punto a contabilizar, según Bisang, es la suba en alimentos que «apenas mostró una desaceleración de 0,4 p.p. respecto al mes pasado y se ubicó en 9,4%. Si bien las subas fueron generalizadas, los productos frescos se destacaron. Por un lado, las carnes en GBA marcaron un aumento del 11,1%. El pollo se destacó experimentando un incremento de cerca del 30%, producto de la ola de calor y la mayor demanda (que también impacto en el precio de los huevos), como sustituto luego de la suba del precio de la carne vacuna».
«Marzo suele ser un mes en el cual la estacionalidad juega en contra, por la incidencia de Estacionales (inicio escolar y nueva temporada en indumentaria). En efecto, estos fueron los bienes y servicios que más subieron (+9,3%), seguidos por Regulados (+8,3%)», señalaron desde LCG.
Dentro de lo que fue el mal dato de marzo, puede remarcarse como dato (algo) positivo, el nivel de la inflación núcleo, que deja de lado a los productos estacionales y los regulados, y que marcó un 7,2%, bajando levemente con relación al 7,7% de febrero.
Sin embargo, desde C&T Asesores Económicos remarcaron que «ambas tasas son más elevadas que las de meses previos, reflejando que la tendencia de fondo de la inflación parece haberse ubicado un escalón más arriba».
Inflación: región por región
A nivel regional, el alza de precios durante marzo no presentó fuertes distorsiones, salvo por el dato del Noreste con una suba de (apenas) 6,2% en el mes, a raíz del menor aumento reflejado en alimentos (6,9% mensual vs. 9,3% en el promedio general). En el resto, los registros estuvieron todos por encima del 7% mensual.
En el acumulado anual, la dispersión entre regiones es todavía menor, con la Patagonia registrando la menor suba anual (+99,4%) y GBA la mayor (+105,3%)
Inflación: qué se espera para abril
Los datos del relevamiento de precios de C&T para GBA de la segunda semana de abril muestran una variación de 7,2% en relación a la misma semana de marzo, lo que sugiere que la inflación del mes estaría en torno a 7%.
Por su parte, desde la Fundación Libertad & Progreso, sostuvieron que «en las primeras dos semanas de abril, los precios al consumidor mostraron una suba de 5,3%, lo que representa una desaceleración en comparación con el acumulado observado en las primeras dos semanas de marzo (6,4%)» Así, según las proyecciones de la entidad, para las próximas semanas, la inflación de abril se colocaría en 6,1%.
En cuanto al precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas, la Fundación Libertad & Progreso indicó que se observó un avance del 5,9% en la primera mitad del mes, desacelerándose 0,3p.p. en relación a la segunda semana de marzo. Además, entre los rubros que más aumentaron fueron: “Bienes y servicios varios” (11,0%), “Restaurantes y hoteles” (9,1%), “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (6,8%) y “Mantenimiento del hogar” (6,1%)”.
En abril los bienes y servicios regulados inciden en más de 1 punto en la suba del IPC general. Esto debido a que se registran en el mes subas en electricidad, prepagas, colegios privados, combustibles y transporte público, agregaron.
El Relevamiento de Precios de los Alimentos de LCG de marzo dejó un arrastre de 1,7% en alimentos para abril y corridas las dos primeras semanas de este mes los aumentos parecen haber recuperado fuerza acumulando una suba del 5,5% en 15 días.
Sobre esto, desde LCG recordaron que en abril se sumarán aumentos puntuales en colectivos (+6,6%), combustibles (+3,6%), telefonía (+7,8%), educación (+3,4%), y electricidad (+34% promedio), que dejan, por sí solos, 1,5 puntos porcentuales de inflación mensual.
«Más allá de los aumentos autorizados de cada mes, lo que preocupa es que no parece haber un factor puntual que esté empujando la inflación: las tarifas y el tipo de cambio corren todavía por detrás a los precios, la actividad no tiene un dinamismo para impulsar al alza a los precios, los salarios lejos están de ganar la carrera y los factores de oferta a nivel internacional están cediendo», evaluaron desde LCG.
En ese sentido, «simplemente las expectativas de inflación parecen ser las que la sostienen en registros de 3 dígitos. En efecto, esta inercia cada vez más elevada se observa en el porcentaje de productos con subas cada semana (44% promedio en lo que va de abril) que surge en el Relevamiento de Precios de los Alimentos de LCG», indicaron. La proyección de inflación de LCG hacia diciembre 2023 se ubica en torno a 110% anual.
FUENTE: Ámbito.