En uno de los asesinatos a traición más conocidos, le dispararon por la espalda. Sus comienzos delictivos, la errática comparación con Robin Hood y cómo lograron encontrarlo.
El género western tuvo durante mucho tiempo un gran éxito en la industria cinematográfica, especialmente en Hollywood: decenas de películas de vaqueros cautivaron a millones de espectadores. Entre tantas historias ficticias, muchos filmes se basaron en la vida de Jesse James, el ladrón más famoso del lejano oeste que fue asesinado a traición y que décadas después fue interpretado por Brad Pitt.
Jesse Woodson James nació el 5 de septiembre de 1847 en el condado de Clay, en el estado de Missouri. Su padre, Robert James, que era comerciante y ministro de la Iglesia Bautista de Kentucky, murió cuando Jesse tenía tres años y dos hermanos: Alexander Frank, el mayor, y Susan Lavenia, la menor.
Desde entonces, su madre, Zerelda James, se casó otras dos veces. Primero contrajo matrimonio con Benjamin Simms, que falleció rápidamente. Luego lo hizo con el doctor Reuben Samuel, con quien tuvo cuatro hijos. Juntos compraron una plantación de tabaco y pusieron a trabajar a siete esclavos.
Jesse James: sus inicios delictivos y la errática comparación con Robin Hood
Cuando estalló en 1861 la guerra de secesión, Jesse y su hermano se unieron al bando de los secesionistas de los Estados Confederados, que defendían la esclavitud. Así fue como formaron parte de “Los acosadores de Quantrill”, una guerrilla liderada por el forajido James Quantrill.
Ambos participaron de la masacre de Lawrence, en Kansas: el 21 de agosto de 1863, alrededor de 300 jinetes de esa guerrilla atacó un pueblo y mató alrededor de 200 hombres y niños, así como también incendió casas.
El final de la guerra llegó en abril de 1865, con la derrota del ejército confederado. Tanto Jesse como su hermano Frank se entregaron al bando vencedor y no solo quedaron proscritos, sino que también les sacaron sus propiedades. En ese contexto, se unieron a la banda de Cole y Jim Younger, que se dedicaba a robar trenes y bancos.
Fue entonces que la figura de Jesse James comenzó a tomar popularidad, en especial luego de robar 60.000 dólares el 13 de febrero de 1866 en el Clay County Saving Association, en Liberty, Missouri. Incluso empezó a ser comparado con Robin Hood, pero no era que repartía el botín con los pobres, sino que los invitaba a participar de los asaltos. Para entonces, la recompensa por capturar de Jesse, vivo o muerto, ascendía a 10.000 dólares.
En 1875, la banda llevó a cabo su robo más ambicioso: intentó asaltar el First National Bank en Northfield, Minnesota. Sin embargo, el plan fracasó y debieron escapar. La banda se separó en la huída: los hermanos Younger fueron capturados, mientras que Jesse y su hermano Frank lograron escapar y se refugiaron en Nashville, Tennessee.
James vivió escondido en Missouri junto a Zerelda Mimms, una prima suya con la que se había casado, y sus cuatro hijos: Jesse Edward, los gemelos Gould y Montgomery y Mary Susan. Sin embargo, en 1879 se quedó sin dinero y decidió con su Frank regresar a los delitos, por lo que convocaron a los hermanos Charley y Bob Ford.
Su último asalto fue en junio de 1881, cuando robaron el tren de Winston. Entonces, James se retiró en Saint Joseph, donde aparentaba ser un típico granjero y padre de familia. Mientras tanto, las autoridades lo buscaban por cielo y tierra.
El día que asesinaron a Jesse James
Cansados de huir, los hermanos Ford, que sabían dónde se escondía James, llegaron a un acuerdo con el gobernador de Missouri, Thomas Theodore Crittenden: le entregarían a James a cambio del indulto de sus crímenes y de una recompensa de 10.000 dólares. Ambas partes sellaron el pacto.
En la mañana del 3 de abril de 1882, Bob y Charley Ford visitaron a James con la excusa de organizaron un nuevo robo. Conversaron un largo rato en el establo y después entraron a la casa. En un momento, Jesse vio un cuadro torcido y se paró en una silla para enderezarlo. Entonces, Bob le disparó por la espalda a traición.
Los hermanos Ford le dijeron a la mujer de James que había sido un accidente y huyeron del lugar, pero pronto se supo la verdad. Aprovechando el indulto, se dedicaron al teatro: recorrían los pueblos representando la escena en la que habían matado a Jesse. Sin embargo, eran abucheados por gran parte del público.
“En memoria de mi hijo amado, asesinado por un traidor y cobarde cuyo nombre no merece figurar aquí”, se lee en la lápida colocada en el cementerio de Mount Olivet, en el estado de Missouri. En la piedra aparece tallado el nombre de Jesse W. James y su fecha de muerte: 3 de abril de 1882.
Fuente: TN