Cada vez son más las personas que necesitan contar con ingresos alternativos para poder sustentar su economía cotidiana, debido al aumento creciente de algunos insumos como a la complejización de algunos estilos de vida.
Además de pedir aumentos, buscar trabajos mejor pagos o simplemente vender aquello que no utilizamos, existe otra forma de incrementar el dinero que tenemos disponible en nuestra cuenta bancaria: invertir.
Hacer inversiones es una de las maneras más eficientes y rápidas de generar nuevos ingresos, sin embargo, a la hora de empezar a realizarlas, gran parte de las personas no saben por dónde arrancar. Si este es tu caso, te recomendamos que sigas leyendo.
4 recomendaciones para comenzar a invertir
¿Querés invertir tu capital? ¿No tenés idea de cómo empezar a hacerlo? ¡No te preocupes! A continuación, te brindamos algunos consejos para que tus primeras inversiones lleguen a buen puerto.
Determinar el monto destinado a la inversión y atenerse a él
Lo primero que es necesario hacer es establecer el monto que puede ser empleado para inversiones, es decir, aquel dinero que no se necesita para vivir en el día a día.
Al hacerlo, es fundamental apartar otra cantidad para cualquier tipo de imprevisto que pueda surgir, como, por ejemplo, una rotura en un espacio de la casa, una enfermedad o problema de salud, un despido o cualquier gasto inesperado que pueda comprometer el bienestar de la economía personal.
Buscar información sobre las diferentes opciones de inversión
El mercado de las finanzas es variado y ofrece diversas alternativas para aquellas personas que desean poner a trabajar su dinero para obtener lucros.
Por eso, cuando empieces a pensar en invertir, es imprescindible que verifiques las distintas opciones que están disponibles y que elijas las que son conocidas como productos “no complejos”, debido a que, como su nombre lo indica, revisten menor dificultad.
Lo mejor es iniciar por acciones, fondos de inversión o fondos indexados, que son más sencillos de comprender por los principiantes y dejar para otro momento las inversiones más arriesgadas como las de renta variable.
Establecer metas concretas
Cuando uno delinea un plan, independientemente de lo que esté en juego en cada momento, es preciso saber cuál es el objetivo que quiere alcanzar. Con las inversiones sucede lo mismo.
Es preciso determinar cuál es el propósito que se quiere alcanzar con la inversión, ya sea en el corto, mediano o largo plazo, con el objetivo de poder tomar las decisiones adecuadas para lograrlo sin hacer sacrificios ni comprometer la estabilidad financiera.
Diversificar las inversiones
Como sostiene el popular dicho, no es recomendable colocar todos los huevos en la misma cesta, sino distribuirlos entre diferentes recipientes. ¿Cómo se aplica esto a las inversiones? Simple: es preciso diversificar el dinero invertido en diferentes productos.
Al hacerlo, es posible reducir el riesgo de apostar todo a un proyecto que puede no salir como uno espera y obtener ingresos extras. Este consejo es especialmente útil si no se cuenta con una gran solvencia económica para hacer frente a imprevistos o situaciones adversas.