El jueves, el diputado Hugo Passalacqua visitó Dos de Mayo para asistir al embarque de un cargamento de té con destino a Ucrania. El mismo fue donado por pequeños y medianos empresarios del sector para el consumo de refugiados y damnificados por la guerra en aquel país.
Se trata de 7.120 kilos de producto, equivalente a tres millones y medio de tazas, aportados por las empresas Klimiuk, Ignacio Kleñuk, Fontana 25 de Mayo y Valmitran. Precisamente en el establecimiento de esta última se realizó el acopio y desde allí el cargamento emprendió viaje hacia Buenos Aires, donde será recibido por los Cascos Blancos para su posterior traslado vía aérea a Europa.
«Conmociona y emociona el esfuerzo que estos tealeros hacen, en definitiva, por la paz mundial», consideró el exgobernador, quien visitó el lugar acompañado por el intendente José Luis Garay. En ese sentido, agregó que «en el medio de un conflicto devastador como esta guerra», el misionero una vez más se muestra solidario, como siempre: «Misiones siempre puso el pecho ante las catástrofes, y hoy el mundo del té se pone a la altura de las circunstancias».
«Para mí es un orgullo como misionero, como parte del pueblo. Es un acto de fe, casi religioso, que dignifica la condición humana», evaluó el vicepresidente 1° de la Cámara de Representantes, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra provincia tiene un fuerte componente ucraniano en sus raíces, por lo que en el gesto de la donación «se siente que ese palpitar misionerista funciona para todo el mundo».
Johnny Klimiuk y Eduardo Goldfart, dos de los cuatro empresarios detrás de este noble gesto coincidieron en afirmar que “ante la invitación del gobernador de la provincia de hacer un aporte humanitario, no dudamos un instante y con la suma de otros, todos, pequeños industriales, reunimos esta cantidad y hoy la estamos enviando”. Klimiuk, de madre descendiente de ucranianos, agregó que “para la familia tiene un sabor muy especial, se trata de enviar el producto de nuestro trabajo a la tierra que vio nacer a los abuelos, es como un homenaje”.