En el marco de los ateneos interdisciplinarios que se vienen desarrollando en el Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga”, el Servicio de Cuidados Paliativos, desarrolló el tema de la trayectoria de la enfermedad hacia la muerte, resaltando la importancia del abordaje emocional, espiritual, el contexto social y familiar. El caso que se presentó fue el de un paciente de sexo masculino, de 65 años de edad, con cáncer de próstata.
En la oportunidad, participaron los servicios de Urología, Clínica, Oncología, Cuidado Paliativos y Traumatología.
En este contexto, la Dra. Simón, Elizabeth Yamina, del mencionado Servicio, explicó cómo fue la presentación. “En el encuentro se trató el caso de un paciente oncológico, con cáncer de próstata, cuya enfermedad se diagnostica en el año 2013 y que durante el 2022, en la atención institucional, estando internado, fallece, por lo que contamos como fue la historia de ese paciente, como fue avanzando la enfermedad hasta llegar a comprometer su vida”.
En la misma línea, agregó “ además de la trayectoria de la enfermedad, que en el mundo hay autores que lo estudian, que se puede mapear y graficar como una enfermedad crónica, avanzada, con irreversibilidad, con compromiso de la vida, también pudimos evaluar, con respaldo de estudios y con el ejemplo del caso clínico, que estas enfermedades que afectan la integridad física, también comprometen otras áreas como la emocional la espiritual, el contexto social, el familiar, todo eso puede ser detectado y abordado multidisciplinariamente con distintos profesionales y que el beneficio de atenderlos, de saber que existen, de puntualizarlos, para todo el equipo y la institución, es posible ayudar a esa persona y su familia, en un contexto de vulnerabilidad, aún cuando lo lleve a un proceso irreversible de terminalidad, podamos acompañar y sostener las intervenciones ajustadas a la demanda de ese paciente, de esa familia, mejorando la calidad en la atención de vida y en el proceso de morir”.
Finalmente, remarcó “la meta es mejor la calidad de vida del paciente y su familia, en el proceso de enfrentar algo tan trascendental como lo es la muerte, nosotros lo vemos como la atención de un paciente, pero está falleciendo el papá, la mamá, el hijo, el hermano de alguien, contextualizar ese alguien como un ser integral y brindarle ese espacio no sólo en la atención en el sistema sanitario sino también ayudar en ese espacio de muerte acompañada, digna, en una institución o donde la persona decida el final de su vida”.