El Gobierno de Brasil, anunció este sábado que el país superó el medio millón de muertos por coronavirus, el mismo día que el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, lo minimizó y propuso festejar la cantidad de recuperados de Covid-19, mientras miles de personas se manifiestan en más de 400 ciudades para pedir el juicio político y la renuncia del presidente Jair Bolsonaro.
«500.000 vidas perdidas por la pandemia que afecta a nuestro Brasil y al mundo», tuiteó el ministro de Salud Marcelo Queiroga, sin precisar el balance de las últimas 24 horas. Hasta el viernes, su ministerio había contabilizado 498.499 muertos, con un promedio diario de más de 2.000 en los últimos siete días.
Poco antes, Faria, su compañero de gabinete y yerno del magnate Silvio Santos, dueño del canal bolsonarista de televisión SBT, relativizaba esa nueva marca de fallecidos.
«Veremos a políticos, artistas y periodistas ‘lamentando’ el número de 500.000 muertos. Nunca los veremos festejar los 86 millones de dosis aplicadas o los 18 millones de curados, porque apuestan al ‘cuanto peor, mejor’. Lamentablemente, ellos hinchan por el virus», dijo Faria.
Con el medio millón de muertos, Brasil vivió hoy la manifestación más grande a nivel nacional para pedir la salida de Bolsonaro, al que califican de «genocida» por su accionar negacionista durante la pandemia, a la que comparó como una ‘gripecita’, además de oponerse a ciertas vacunas por su país de origen, a las cuarentenas y al uso de barbijos.
Investigado criminalmente por la comisión parlamentaria del Senado sobre la pandemia, el ministro de Salud, el cardiólogo Queiroga, tuvo palabras de solidaridad con las familias de las víctimas del Covid-19 cuando anunció el nuevo saldo de fallecidos.
«Trabajo incansablemente para vacunar a todos los brasileños en el menor tiempo posible y cambiar este escenario que nos azota hace más de un año. Presto mi solidaridad a cada padre, madre, amigos y parientes, que perdieron sus seres queridos», escribió Queiroga.
El país se encuentra ante una posible tercera ola con un promedio diario de muertos superior a los 2.000 en la última semana.