Con un número máximo de puestos, durante el último fin de semana abrieron las ferias de Villa Cabello, Itaembé Miní, Miguel Lanús, Chacra 32-33 y Santa Rita en Posadas.
Desde la Municipalidad se ha realizado un balance positivo tanto del movimiento comercial como la actuación en el marco del protocolo sanitario para prevenir el coronavirus y el aislamiento social que rige en todo el país. Por ello, en las próximas horas se definirá si nuevamente volverán a abrir sus puertas estos mercados de la economía regional.
Se mantienen los precios
La demanda ha superado la oferta, los productos que escasearon fueron los que no son de temporada como: morrones, zanahorias y tomates, que no son de la zona. En cuanto a los precios, los valores de los productos son los mismos que hace dos semanas atrás, inclusive, en el caso de la carne, su valor ha disminuido.
En lo que respecta a la feria de Villa Cabello, donde habitualmente participan 89 feriantes, en esta oportunidad, 32 fueron los autorizados para comercializar pero asistieron 15. Mientras que, en Itaembé Miní, donde normalmente se congregan 41 productores, 24 fueron autorizados de los cuales 15, se han acercado a comercializar. En Miguel Lanús, en tanto, de los 15 autorizados acudieron 12 en total.
Por su parte, el domingo asistieron 13 de los 17 autorizados en la feria Santa Rita, siendo que periódicamente concurren 44 y 17 de los 24 autorizados en las Chacras 32 – 33, donde regularmente son 36 colonos que venden sus productos en ese lugar.
Es decir que solo en estas cinco ferias, meses atrás, 226 feriantes contaban con su punto de venta, pero por las medidas de seguridad y siguiendo el protocolo elaborado por los actores intervinientes en la organización de las Ferias Francas, el día sábado la capital misionera ha recibido a 42 productores y en el día domingo otros 30, en su mayoría provenientes de los municipios de Olegario Víctor Andrade, Gobernador Roca, Panambí, Posadas, entre otros.
En todos los casos, los mercados regionales estuvieron abiertos de 06:00 a 13:00, respetando las recomendaciones sanitarias y protocolo de seguridad. Así desde las primeras horas del sábado como domingo, se observaron las filas de personas que se apostaron para adquirir hortalizas y frutas frescas.
A través de charlas con vecinos de la zona y con los consumidores hubo aceptación sobre la apertura de las ferias, ya que los precios de los productos son más bajos que la de los supermercados del barrio y alta la calidad. También se resaltó el trabajo interinstitucional entre el municipio, la provincia y la organización que nuclea a los productores.