La historia, los discursos políticos y el aluvión de memes…

La tecnología nos abruma,  nunca terminamos de adaptarnos y algo nuevo ya nos sorprende. Así van surgiendo nuevas tendencias para la manifestación de la opinión pública, como ser la versión moderna de los grafitis: los memes, llamados a mantener un fuerte nivel crítico pero siempre basados en la superficialidad, expresiones breves, imágenes elocuentes o disparatadas, ironía, humor e, incluso, algo de violencia.

…para seguir, es necesario hacer una analepsis…

El sistema electoral argentino ha sufrido muchos vaivenes, desde la primera Ley Electoral allá por 1821 hasta la Ley Sáenz Peña, la posterior y trascendental Ley Evita; en 1983 Alejandro Lanusse, que durante su gobierno de facto fijó el número de diputados por provincia; y entre varios retoques más llega la Ley de Cupos Femeninos en el primer gobierno de Carlos Menem, quien además impulsó una de las mayores reformas de las últimas dos décadas al acortar el mandato presidencial de 6 a 4 años con posibilidad de reelección, incorporó el ballotage -al cual él mismo renunciaría un 14 de mayo de 2003-.

De esta forma, se fue improvisando una democracia que padeció las interrupciones militares seguidas de gobiernos de facto, para llegar ahora a apenas 34 años seguidos de vigencia plena, en los cuales pasamos por dos presidentes electos que entregaron el mandato antes de tiempo, uno de ellos teniendo que abandonar La Casa Rosada en helicóptero y otros que tuvieron el poder por un par de días apenas o una semana…

De esta manera, de 2001 a 2003 pasaron seis ocupantes por el Sillón de Rivadavia, y luego de ello 12 años de un mismo frente político a cargo del Bastón de Mando.

Entonces, 34 años de Democracia y diez presidentes para nuestro país. Alfonsín con sendos intentos de golpes de Estado, Menem que fue condenado por la causa armas y cumplió arresto domiciliario; Fernando De la Rúa y Cristina Fernández de Kirchner procesados, y Mauricio Macri, actual primer mandatario, que asumió con 214 causas, entre ellas la de escuchas, algo similar a lo que generó en EEUU el escándalo Watergate y la renuncia de Richard Nixon.

De esta manera, un país tan golpeado por las armas y la corrupción, fue desgastando a la sociedad llevándola a canalizar su resentimiento y frustración contra la clase política, incluso llevando a confundir al político con la política.

Esta situación fue muy bien aprovechada por determinados sectores, con un gran trabajo intelectual de por medio, para socavar las Instituciones, debilitar los poderes, y generar una posición hegemónica a través de discursos que pese a sonar como mensajes de paz, en realidad incitan al rechazo, la confrontación, la intolerancia, y lograr así un posicionamiento en la opinión pública no por estar a favor de una causa, idea o ideología, sino unidos en contra de…

“La sociedad deja de sentir que un gobernante es útil cuando no encuentra más un enemigo contra el cual luchar y hacer causa común”, decía una vez un profesor mientras analizábamos textos que iban desde Nicolás Maquiavelo hasta Mao Tse-tung, y desde ahí claramente se van entretejiendo los discursos y las campañas electorales.

Esto se volvió mucho más notorio en los últimos años, potenciado por las nuevas tecnologías y la velocidad de las comunicaciones, llegando a lo que hasta el momento es la máxima expresión de la Aldea Global planteada por Marshall McLuhan, con memes que por ser cómicos o bien reflejar la ira que se fue instigando en la opinión pública, recorrieron rápidamente las redes sociales como si fuesen verdaderos apotegmas, sin siquiera corroborar previamente que la información consignada fuera cierta.

Es una construcción similar a la que da origen y sostiene a un rumor, pero elevada a un nivel inconmensurable, sin quedar registro siquiera de dónde ni cómo surgió, llevando a la impunidad una campaña sin responsables ni culpables, en la cual lograron consolidar el: todo vale.

Si todos están de acuerdo en sostener los mismos ideales, hay serias incongruencias en lo que la realidad nos dicta. Decía el ex presidente Juan Domingo Perón “el que defiende un ideal no puede tener controversias con otro que defiende el mismo ideal”, en definitiva sostenía que cuando dos o más actores que dicen bregar por los mismos ideales están confrontados, es porque lo que realmente están defendiendo son sus intereses.

Decididamente, el presente y la historia nos enseñan que la única manera de defender y sostener la democracia es fortaleciendo a las Instituciones, revalorizando a los Poderes del Estado, con un real involucramiento de los sectores sociales en la política, controlando a la clase dirigente, y al momento de elegir hacerlo desde las propias capacidades y propuestas del candidato, y no en función de los estados de ánimo o estrategias comunicacionales abyectas carentes de fuentes de información confiables o documentadas.

En fin…

N.F.U.

Reporte Misiones